La automatización cambiará drásticamente la forma en que operan las empresas, y este potencial la convierte en una de las principales prioridades para muchos líderes empresariales. De hecho, la investigación de McKinsey muestra que hasta el 50 por ciento del trabajo realizado en la actualidad ya se puede automatizar con la tecnología disponible en la actualidad. Sin embargo, las empresas de industrias pesadas (por ejemplo, energía, minería, servicios públicos y fabricación) a menudo tienen dificultades para establecer objetivos audaces, desarrollar casos comerciales sólidos y diseñar enfoques de implementación efectivos para beneficiarse de la automatización. El desarrollo de estas capacidades podría ayudar a estas empresas a obtener los beneficios a escala, mejorar la experiencia del cliente y de los empleados y crear una ventaja competitiva a largo plazo.
Con la automatización eléctrica cuantificada, es fácil ver dónde y cuándo puede reducir el consumo de energía.
La automatización eléctrica permite temporizadores de potencia fáciles de usar. Controle cuándo y cuánto tiempo deja las luces encendidas, la calefacción encendida y los electrodomésticos encendidos.
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